sábado, 27 de octubre de 2012

Lo siento Lolita, pero las coletas y las trenzas ya no son sólo para ti…


Hablemos hoy de ese mito que revolucionó la sociedad parisina de los años cincuenta (1955) y posteriormente al resto del mundo. 



Lolita, la novela del ruso Bladimir Nabokov llevada después a la gran pantalla por Stanley Kubrik, hacía nacer un prototipo de belleza que nadaba entre lo dulcemente infantil y lo oscuramente perverso. 


Coletas en la parte alta de la cabeza, trenzas en todas sus variedades, recogidos  al más puro estilo tirolés…De ella emergió un look que, hasta siglo XXI, ha seguido estando presente en nuestra sociedad como canon de belleza. “Lo”, o “Lolita”, como la conocemos todos, representaba a una niña de 14 años de la que se enamoraba un profesor que le triplicaba la edad. 


Su apariencia física, ya en la película, se instauró como modelo a seguir por muchas mujeres de medio mundo… unas potenciando su edad y mostrándose orgullosas de ser casi niñas y otras tratando de encontrar esa apariencia eternamente joven que el paso de los años nos va quitando.



Sin embargo corren nuevos tiempos para todos los estereotipos conocidos hasta hoy, incluido éste. Es época de decir no a los clichés establecidos y mucho más en lo que a estética se refiere. 




Llega la vuelta de tuerca para el look Lolita. Ya las coletas y los recogidos de niñas no se piden para encontrar la eterna niñez soñada. Vuelven, si, pero reinventándose para dar un espaldarazo a la mujer sofisticada,  fuerte, exótica y, porqué no, atrevida …


Trenzas despeinadas, coletas altas de extensión interminable o la mezcla divina entre coleta y trenza, se están convirtiendo en referente de peinado desde que saltaran de la pasarela en los desfiles pasados.


Es hora de "coger prestadas" sus armas a las más jovencitas para convertirlas en nuestras mejores aliadas, eso sí, sin renunciar  a la experiencia que nuestra propia edad nos ofrece… Esta es otra de las peticiones más repetidas para peinados de fiesta, bodas o eventos especiales. Las grandes estructuras en los moños dejan hueco a esta nueva vertiente de dulce peinado, ¿qué os parece?


¡Tiembla Lolita!, la mujer del siglo veintiuno está orgullosa de su edad y no compra piruletas. 
Soraya :-)

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